El 13 de diciembre se celebra la memoria litúrgica de la Virgen y Mártir Santa Lucía. Joven del siglo III, descubrió en Jesucristo la razón de su vida y se consagró a él de cuerpo y alma. Tal entrega le valió la persecución, condena, tortura y la muerte. Entre los castigos infligidos, le causaron ceguera, lo que poéticamente contradice su nombre. Lucía deriva de Lux, que significa luz o portadora de luz. Así, Lucía, a pesar de ser invidente y aun después de martirizada, siguió siendo portadora de la luz de Jesucristo a través de los siglos. También para la ciudad de Viana do Castelo, Lucía fue portadora de la luz de Cristo, hasta el punto de convertirse en la causa de la actual existencia de este santuario al Sagrado Corazón de Jesús.